Científicos británicos inventan una “mini-magnetosfera” para proteger a los astronautas durante las tormentas solares.

El viaje espacial durante una tormenta solar se ha convertido en algo menos arriesgado. Científicos del Reino Unido que trabajan en el Laboratorio Rutherford Appleton cerca de Oxford y las Universidades de York y Strathclyde han probado una “mini-magnetosfera” envolviendo un modelo de nave en el laboratorio. Resulta que su prototipo ofrece una protección casi total contra las partículas solares de alta energía. Imitando el entorno natural protector de la Tierra, los investigadores han escalado la burbuja protectora magnética en un escudo deflector eficiente energéticamente aunque potente.

Este asombroso logro es un gran paso adelante hacia la protección de los componentes electrónicos sensibles y el delicado cuerpo humano contra los efectos de la radiación en las misiones tripuladas entre planetas. Puede sonar a ciencia-ficción, pero los futuros astronautas podrían perfectamente dar la orden de “¡Activar escudos!” si hubiese llamaradas solares durante el viaje de 60 millones de kilómetros a Marte…

Escribiendo “Los científicos diseñan un “Escudo de Iones” para proteger a los astronautas del viento solar” en enero, tenía ciertas dudas sobre si los resultados preliminares podrían replicarse a la escala de una nave completa. En ese momento, la Dra. Ruth Bamford (investigadora principal de Rutherford Appleton) había creado una mini-versión de un escudo magnético que actuaba como una “burbuja” en una corriente de iones. Dado que los iones estaban cargados, podían ser desviados por un campo magnético, por lo que el campo actúa como barrera para desviar los caminos de los iones alrededor del vacío encapsulado por el campo magnético. Todo lo que tenía que hacerse era escalar la idea un par de veces y poner una nave en el centro del vacío protector. ¡Resuelto!

No tan rápido. El mayor obstáculo que veía en el pasado enero era la gran cantidad de energía requerida para alimentar el sistema. Después de todo, generar una mini-magnetosfera estable del tamaño de una nave requeriría una vasta cantidad de electricidad (y sería muy voluminoso), o necesitaría ser muy eficiente (y compacto). Cuando se trata de los viajes espaciales de los que estamos hablando, los científicos deberían explorar la segunda posibilidad. La mini-magnetosfera tendría que ser un dispositivo de una alta eficiencia.

Once meses más tarde parece que el equipo británico ha encontrado la respuesta. En unos resultados publicados en la revista Plasma Physics and Controlled Fusion, han ideado un sistema no mayor de un escritorio grande que usa la misma energía que una tetera eléctrica. Dos mini-magnetosferas estarán contenidas en dos mini-satélites colocados en el exterior de la nave. Si hubiese un incremento del flujo del viento solar, o la aproximación de una nube de partículas energéticas de una llamarada o una eyección de masa coronal (CME), las magnetosferas se conectarían y los iones solares serían desviados de la nave.

“Estos experimentos iniciales se han mostrado prometedores y que puede ser posible proteger a los astronautas del letal clima espacial”, dijo la Dra. Bamford. Después de todo, los efectos del envenenamiento por radiación pueden ser devastadores.

El Prof. Bob Bingham, físico teórico en la Universidad de Strathclyde, ofrece una visión gráfico de por qué es importante esta tecnología:

“Las tormentas o vientos solares son uno de los mayores peligros de los viajes al espacio profundo. Si te impacta uno no sólo dejaría fuera de combate todos los componentes electrónicos de la nave, sino que los astronautas pronto tomaría la apariencia de una pizza sobrecalentada. Sería como estar cerca del punto de impacto de Hiroshima. Tu piel se llenaría de ampollas, se te caería el pelo y los dientes y mucho antes tus órganos internos fallarían. No es una buena forma de viajar. Este sistema crea una Burbuja de Campo Magnético que rechazaría la radiación peligrosa lejos de la nave”
. - Prof. Bob Bingham

Bingham añadió que el equipo estaba actualmente patentando la tecnología y espera tener un prototipo a escala real funcionando en cinco años.