El Cohete de Iones podría ponernos en Marte en 39 Dias a una velocidad de 98.290,598 Km/hora.
El problema con los cohetes tradicionales es que cerca del 90% del peso de una misión espacial procede del combustible (propelente -propergol- sólido, líquido o una mezcla de ambos); este se quema con gran facilidad y cuando llega a escapar de la gravitación terrestre queda poco.
Evidentemente el costo con este tipo de combustible tradicional para poner al hombre en el espacio es costosísimo aparte de dar una propulsión lenta; demasiado lenta.
El cohete de magnetoplasma consigue el empuje a través de un sobrecalentamiento de los átomos para crear plasma y llevar a cabo el empuje necesario de la nave.
Estos cohetes (VASIMR) están compuestos de tres celdas magnéticas relacionadas entre sí.
La primera fase se compone de una especie de olla que calienta los átomos de un gas neutro como puede ser el argón, a través de frecuencias de radio (RF) hasta conseguir hacer " hervir " o excitar el material transformándolo en plasma.
El plasma llega a alcanzar temperaturas de alrededor de 50.000 grados centígrados pero esto no es lo suficientemente caliente como para producir un suficiente empuje.
Aquí es donde entra la segunda etapa de ( VASIMR ), que actúa como un amplificador.
El plasma, se energiza haciendo uso de ondas electromagnéticas pudiendo llegar a alcanzar una temperatura de un millón de grados, comparable a la del centro del Sol.
La tercera y última etapa es una "tobera magnética" que convierte la energía de este supercaliente en plasma en movimiento, en última instancia de una muy alta velocidad de empuje.
¿Cómo se pueden contener en un recipiente temperaturas tan altas?
La respuesta está en que ésta contención se realiza a traves de células magnéticas. El campo magnético, mantiene el plasma sin que toque las paredes.
El cohete (VASIMR) podría, en teoría, llegar a generar niveles de potencia un centenar de veces mayores que la de otros motores de iones.
La primera es que el cohete (VASIMR), de 200kW, sólo genera una libra de empuje.
Eso es más que suficiente en el vacío del espacio donde el motor de iones puede disparar plasma continuamente durante meses.
Una libra de material iónico podría empujar una nave de 2 toneladas de carga desde el Sol hasta Júpiter en un período máximo de 19 meses.
Necesitamos por lo tanto generar más empuje.
La segunda cuestión es que, mientras que el actual motor puede funcionar por completo con energía solar lo que lo hace perfecto para viajes a la Luna y a otros planetas próximos a la Tierra, no nos sirven para llevar a cabo una misión en el espacio profundo, en el que seria necesario más de 200MW de potencia, que sólo un reactor nuclear podría proporcionar.
El cohete de magnetoplasma consigue el empuje a través de un sobrecalentamiento de los átomos para crear plasma y llevar a cabo el empuje necesario de la nave.
Estos cohetes (VASIMR) están compuestos de tres celdas magnéticas relacionadas entre sí.
La primera fase se compone de una especie de olla que calienta los átomos de un gas neutro como puede ser el argón, a través de frecuencias de radio (RF) hasta conseguir hacer " hervir " o excitar el material transformándolo en plasma.
El plasma llega a alcanzar temperaturas de alrededor de 50.000 grados centígrados pero esto no es lo suficientemente caliente como para producir un suficiente empuje.
Aquí es donde entra la segunda etapa de ( VASIMR ), que actúa como un amplificador.
El plasma, se energiza haciendo uso de ondas electromagnéticas pudiendo llegar a alcanzar una temperatura de un millón de grados, comparable a la del centro del Sol.
La tercera y última etapa es una "tobera magnética" que convierte la energía de este supercaliente en plasma en movimiento, en última instancia de una muy alta velocidad de empuje.
¿Cómo se pueden contener en un recipiente temperaturas tan altas?
La respuesta está en que ésta contención se realiza a traves de células magnéticas. El campo magnético, mantiene el plasma sin que toque las paredes.
El cohete (VASIMR) podría, en teoría, llegar a generar niveles de potencia un centenar de veces mayores que la de otros motores de iones.
La primera es que el cohete (VASIMR), de 200kW, sólo genera una libra de empuje.
Eso es más que suficiente en el vacío del espacio donde el motor de iones puede disparar plasma continuamente durante meses.
Una libra de material iónico podría empujar una nave de 2 toneladas de carga desde el Sol hasta Júpiter en un período máximo de 19 meses.
Necesitamos por lo tanto generar más empuje.
La segunda cuestión es que, mientras que el actual motor puede funcionar por completo con energía solar lo que lo hace perfecto para viajes a la Luna y a otros planetas próximos a la Tierra, no nos sirven para llevar a cabo una misión en el espacio profundo, en el que seria necesario más de 200MW de potencia, que sólo un reactor nuclear podría proporcionar.
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