domingo, 22 de septiembre de 2013

Hacia las Células de Combustible Aptas Para Energizar Aparatos Cotidianos


Valiéndose de avances tecnológicos en el campo de los dispositivos nanoestructurados, temperaturas de operación más bajas, el uso de una fuente de combustible abundante, y materiales más baratos, un grupo de investigadores dirigido por Shriram Ramanathan en la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Harvard, está dando pasos clave hacia la citada meta, y es cada vez más optimista sobre la viabilidad comercial de esta tecnología.

Ramanathan es un experto en el desarrollo de células de combustible de óxido sólido (SOFCs, por sus siglas en inglés).

Las células de combustible electroquímicas se han visto desde hace mucho tiempo como una potencial alternativa verde a los combustibles fósiles, sobre todo porque la mayoría de las SOFCs dejan como residuo poco más que agua.


Los obstáculos que impiden usar las SOFCs para recargar ordenadores portátiles y teléfonos móviles, o para energizar a la próxima generación de automóviles, han sido la fiabilidad, la temperatura y el costo.

Las células de combustible operan convirtiendo la energía química (del hidrógeno o también por ejemplo del metano) en una corriente eléctrica. Los iones de oxígeno viajan, a través del electrolito, desde el cátodo hasta el ánodo, donde oxidan al combustible para producir una corriente de electrones que viaja de regreso hacia el cátodo.

Esto puede parecer bastante simple en principio, pero hasta ahora las SOFCs han sido más adecuadas para el laboratorio que para la oficina o el garaje.

Sin embargo, esa situación puede cambiar pronto gracias a dos avances tecnológicos cruciales logrados recientemente por el equipo de Ramanathan : uno de ellos es el desarrollo y la demostración de una SOFC muy estable y funcional, de película delgada de cerámica, y que no contiene nada de platino. El otro es la demostración de una micro-SOFC alimentada con metano y que opera a menos de 500º C, algo que hace unos pocos años habría parecido inviable.

Las SOFCs tradicionales han estado operando sobre los 800º C, pero tan altas temperaturas sólo son aceptables para generadores ubicados en un lugar fijo y debidamente acondicionado; usarlas para energizar un teléfono móvil, u otro aparato por el estilo, no es factible.

Aunque 500º C es una temperatura todavía bastante alta, el avance técnico constituye un paso importante hacia el objetivo final de conseguir SOFCs que operen a no más de unos 300º C.

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