sábado, 22 de marzo de 2014

Richard Buckminster "Bucky" Fuller: "niño de diamante"

Richard Buckminster "Bucky" Fuller (12 de julio de 1895 - 1 de julio de 1983) fue un diseñador, arquitecto, visionario e inventor estadounidense. También fue profesor en la universidad Southern Illinois University Carbondale y un prolífico escritor.
Durante su vida, Fuller buscó respuesta a la pregunta «¿Tiene la humanidad una posibilidad de sobrevivir final y exitosamente en el planeta Tierra y, sí es así, cómo?». Considerándose a sí mismo un individuo medio sin especiales medios económicos o título académico, eligió dedicar su vida a esta cuestión, intentando descubrir si un individuo podía mejorar la condición humana de una forma que no podían hacer los gobiernos, las grandes organizaciones o las empresas privadas.
En el transcurso de este experimento, que duró toda su vida, Fuller escribió veintiocho libros, acuñando y popularizando términos como sinergia, «nave espacial Tierra» y efemeralización. También realizó muchas invenciones, especialmente en los campos de la arquitectura, campo en el que su trabajo más conocido es la cúpula geodésica. Las moléculas de carbono conocidas como fulerenos tomaron su nombre de su parecido con las esferas geodésicas.
En una etapa posterior de su vida, tras trabajar en sus ideas durante muchos años, Fuller había obtenido una considerable visibilidad pública. Viajó por el mundo dando clases y recibió muchos doctorados honoris causa. Sin embargo, la mayoría de sus invenciones nunca se llegaron a fabricar por lo que recibió críticas en muchos campos en los que intervino, o simplemente se le tachó de utópico. Por otra parte, los partidarios de Fuller aseguran que su obra no ha recibido toda la atención que merece. De acuerdo con el filósofo N. J. Slabbert, Fuller tenía un estilo de escritura oscuro que ha obstaculizado la circulación de sus ideas.Fuller amalgamaba temas de distinta procedencia en una síntesis personal.
- Por un lado, la vertiente tecnocrática de Howard Scott y su “política energética”.
- También se hacía eco del conductismo: “Tratemos de cambiar el entorno, no cambiar al hombre”. Por último, revelaba una preocupación ecológica totalmente inesperada en quien había sido apologista de Henry Ford. Ponía énfasis en las energías alternativas (apenas mencionaba la nuclear) y el reciclaje de los recursos.
Fuller era muy duro con las grandes corporaciones, que todavía no eran transnacionales. Aseguraba que habían evolucionado hacia un sistema de ficciones legales, basado en el comercio de tecnología, y administraban los recursos del planeta con fines puramente egoístas. Al parecer, el tiempo le dio la razón, y el calentamiento global es la mejor prueba. Fuller abogaba por la disolución de los Estados nacionales y la creación de una administración mundial, porque la Nave Espacial Tierra no podía ser conducida por 160 almirantes, los Estados soberanos, que malgastan la energía del planeta. Hoy los Estados están en eclipse y los verdaderos almirantes son muchos menos, pero ¿las cosas:¿van mejor?

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