Richard Buckminster "Bucky" Fuller (12 de julio de 1895 - 1 de julio de 1983) fue un diseñador, arquitecto, visionario e inventor estadounidense. También fue profesor en la universidad Southern Illinois University Carbondale y un prolífico escritor.
Durante su vida, Fuller buscó respuesta a la pregunta «¿Tiene la humanidad
una posibilidad de sobrevivir final y exitosamente en el planeta Tierra
y, sí es así, cómo?». Considerándose a sí mismo un individuo medio sin
especiales medios económicos o título académico, eligió dedicar su vida a
esta cuestión, intentando descubrir si un individuo podía mejorar la
condición humana de una forma que no podían hacer los gobiernos, las
grandes organizaciones o las empresas privadas.
En el transcurso de este experimento, que duró toda su vida, Fuller
escribió veintiocho libros, acuñando y popularizando términos como sinergia, «nave espacial Tierra» y efemeralización.
También realizó muchas invenciones, especialmente en los campos de la
arquitectura, campo en el que su trabajo más conocido es la cúpula geodésica. Las moléculas de carbono conocidas como fulerenos tomaron su nombre de su parecido con las esferas geodésicas.
En una etapa posterior de su vida, tras trabajar en sus ideas durante
muchos años, Fuller había obtenido una considerable visibilidad
pública. Viajó por el mundo dando clases y recibió muchos doctorados honoris causa.
Sin embargo, la mayoría de sus invenciones nunca se llegaron a fabricar
por lo que recibió críticas en muchos campos en los que intervino, o
simplemente se le tachó de utópico.
Por otra parte, los partidarios de Fuller aseguran que su obra no ha
recibido toda la atención que merece. De acuerdo con el filósofo N. J.
Slabbert, Fuller tenía un estilo de escritura oscuro que ha
obstaculizado la circulación de sus ideas.Fuller amalgamaba temas de distinta procedencia en una síntesis
personal.
- Por un lado, la vertiente tecnocrática de Howard Scott y su
“política energética”.
- También se hacía eco del conductismo: “Tratemos
de cambiar el entorno, no cambiar al hombre”. Por último, revelaba una
preocupación ecológica totalmente inesperada en quien había sido
apologista de Henry Ford. Ponía énfasis en las energías alternativas
(apenas mencionaba la nuclear) y el reciclaje de los recursos.
Fuller
era muy duro con las grandes corporaciones, que todavía no eran
transnacionales. Aseguraba que habían evolucionado hacia un sistema de
ficciones legales, basado en el comercio de tecnología, y administraban
los recursos del planeta con fines puramente egoístas. Al parecer, el
tiempo le dio la razón, y el calentamiento global es la mejor prueba.
Fuller abogaba por la disolución de los Estados nacionales y la creación
de una administración mundial, porque la Nave Espacial Tierra no podía
ser conducida por 160 almirantes, los Estados soberanos, que
malgastan la energía del planeta. Hoy los Estados están en eclipse y los
verdaderos almirantes son muchos menos, pero ¿las cosas:¿van mejor?
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